Colegio Parroquial "SANTA CRUZ

"Conservemos la presencia de Dios en todas nuestras acciones"

La Congregación

Marie Poussepin educadora (Centro de documentación - La Grande Bretèche)

LA CONGREGACIÓN DE LAS HERMANAS DOMINICAS DE LA PRESENTACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Las Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen somos una congregación religiosa internacional, presente en cuatro continentes. Siguiendo las huellas de nuestra fundadora, Marie Poussepin, nos unimos en comunidad, para anunciar y compartir el amor de Dios a través del servicio de caridad. Como Hermanas, queremos responder al llamado de Jesús para proclamar su misericordia y su amor. 

 ´´Una Congregación vivida en comunidad en vista de la misión, en la renovación y la fidelidad´´

Fuente: Constitución 1 de las Hermanas Dominicas de la Presentación

VIDA DE MARIE POUSSEPIN

Marie Poussepin nace en Dourdan (Francia), es bautizada el 14 de octubre de 1653 en la Iglesia de Saint Pierre. Pertenece a una familia de artesanos, dedicados al trabajo de confección de medias de seda, tejidas con aguja, a mano; gozan de buena situación económica. Es un hogar cristiano comprometido a nivel religioso y cívico: el padre, Claude, colabora en la gestión parroquial; la madre, Julienne Fourrier, es tesorera de la Cofradía de la Caridad, dedicada a socorrer a los enfermos pobres.

Marie frecuenta la única escuela de la localidad, es una alumna inteligente y bien dotada, abierta a los otros y a la piedad. Desde temprana edad acompaña a su madre en las visitas a enfermos y su corazón se llena de ternura y de compasión ante su desgracia. Más tarde escribirá “todo debe ceder al cuidado de los enfermos y de los débiles, es a Jesucristo a quien se sirve en su persona”.

Cuando llega a ser educadora su principal preocupación será, “hacer conocer y a amar a Jesucristo” y formar en las virtudes del evangelio a los alumnos de su pequeña escuela. Su pedagogía es realista y concreta. 

La muerte de su madre acaecida muy temprano deja sobre ella la responsabilidad de ama de casa, la educación y cuidado de su hermano menor Claude, de sólo 10 años. Luego se suceden los avatares financieros de su padre, su fracaso, enfermedad y muerte. 

Lo que la distingue entre las mujeres de su tiempo, por su capacidad de responder a los problemas de la época, su sentido de justicia y gratuidad, su prudencia en todas sus acciones, innovadora y creativa, pero centrada en Dios, ya sea como empresaria en Dourdan o como fundadora en Sainville.  

Así, a la muerte de su padre, en 1683, en todo el auge de la industria, abandona el trabajo artesanal y rutinario para sustituirlo por el trabajo de la industria de medias tejidas a máquina. Acoge aprendices de ambientes modestos, entre los 15 y 18 años, con un verdadero sentido social la formación y la promoción, colaborando en el desarrollo económico y social de la familia y de la ciudad de Dourdan. Al mismo tiempo cultiva una vida espiritual intensa, alimentada de acciones caritativas y de la espiritualidad de la Tercera Orden de Santo Domingo.

Sin embargo, el Señor la llama a una vocación más amplia y a su único servicio. En 1696, decide dejarlo todo para entregarse totalmente “al servicio de la caridad”, “a la utilidad de la parroquia”. ¿De qué manera? Formando “una comunidad de la Tercera Orden de Santo Domingo, para instruir a las niñas y servir a los enfermos pobres del pueblo”.

Después de una vida de 90 años entregados totalmente a los demás, marcados por el sufrimiento y la renuncia y en los cuales ella, según sus propias palabras, ha sido solamente “la obrera de la providencia”, Marie Poussepin gozará definitivamente de la paz del Señor el 24 de enero de 1744. Fue beatificada el 20 de noviembre de 1994 en Roma, Italia, por el papa Juan Pablo II.  

Fuente: cfr. Librito para la celebración litúrgica de Beatificación de Marie Poussepin, el 20 de noviembre de 1994

CARISMA DE MARIE POUSSEPIN

Marie Poussepin irrumpe en la historia, recibe un CARISMA.  Crea un proyecto. Desde un principio concretiza su carisma fundacional en dos grandes líneas de presencia y servicio misionero: “La educación y la Salud”, encarnadas en la realidad del momento y del lugar y expresadas en actitudes concretas de caridad y misericordia.

El carisma es el acontecer de Dios en la persona y en la historia, para el servicio del Reino. Marie Poussepin, educadora por excelencia, supo responder con sabiduría a las necesidades de su tiempo. “Vio lo que era recto a los ojos de Dios y lo cumplió”.

Marie Poussepin considera la pedagogía  como el camino por el cual  un maestro acompaña al discípulo en el conocimiento y desarrollo personal. En su pensamiento pedagógico existen tres dimensiones fundamentales:

  1. La promoción integral de la persona para ser útil a sí misma y a la sociedad
  2. La promoción cultural que le permite estar a la altura de la ciencia y la cultura por el desarrollo de la inteligencia y sus capacidades.
  3. La dimensión trascendente que conduce al estudiante a adquirir comportamientos responsables comprometidos con la fe.

Del pensamiento educativo de Marie Poussepin se desprende su pedagogía que nos ayuda a brindar un servicio de caridad y de calidad. Para una mejor profundización se han agrupado en nueve pedagogías:

  1. Pedagogía del amor y del respeto.
  2. Pedagogía de la corrección.
  3. Pedagogía de la gravedad y del equilibrio.
  4. Pedagogía de la igualdad.
  5. Pedagogía de la interioridad.
  6. Pedagogía de la firmeza.
  7. Pedagogía de la ternura.
  8. Pedagogía de la tolerancia.
  9. Pedagogía de la vigilancia.